Abandono. Pérdida. Dolor. Frustración. Ira. Dolor.

Era lo que había detrás de cada sonrisa estampada en el rostro de aquellos chicos que charlaban alegremente alrededor de algunas cajas de pizza y latas de cerveza vacías.

La pasaban bien mientras conversaban de música, películas y esas cosas de las que los chicos de su edad debaten en una pequeña reunión de fin de curso. Pero no eran solo eso.

Uno de ellos se preguntaba por qué había quedado al cuidado de sus abuelos y tías siendo tan pequeño. Otro aun tenía la herida abierta que le dejó un ser querido al marcharse para siempre. Aquel, uno de los más animados, lloraba cada noche por sentirse un desperdicio de oxígeno. Por allá había uno que no recordaba nada de cuando tenía 5 o 7 años. Alguien apenas había mordido su porción de pizza y había otro ya algo sonrosado por el alcohol. Alguien de por ahí se olvidó de las apariencias y comenzó a ser auténtico.

Todos cantaban al unísono, aquellos que habían sufrido una decepción amorosa, con más euforia que el resto. Una decepción amorosa… el mundo decía que eran muy jóvenes para saber qué era el amor, pero las noches en vela, el sentimiento de insuficiencia que los acompañaba a todas partes y las lágrimas derramadas sobre la almohada decían todo lo contrario.

Un par se levantó a bailar, algunos los animaban mientras los demás seguían hablando de cualquier cosa. No pareciera que alguno de ellos tuviese que reiniciar su reloj en I am sober* (por tercera vez en la semana) esa mañana, ¿cierto? Tampoco era muy notorio que, entre los ocho presentes, sumaran cerca de doce intentos.

No les gustaba mucho pensar en todo eso, sin embargo, no dejaban de hacerlo. La lucha constante contra sus mentes no daba tregua; era, por momentos como esos, en los que estaban lejos de quienes habían abierto esas heridas, cuando podían bajar la guardia.

Durante esa corta noche algunos olvidaron las pastillas, otros las navajas y unos cuantos las preguntas. Después de todo, solo eran adolescentes.

*I am sober es una aplicación en la que se lleva registro de los días que una persona lleva sin consumir alguna droga, autolesionarse o cualquier otro habito que pone en peligro su integridad y que quiere abandonar.

Camila, México.