Alguien abrió el micrófono y dijo: yo no tenía una papa al momento de hacer el ejercicio, pero busqué en internet cómo se veía una papa vieja. Yo observaba mi pantalla, con la hoja abierta y mis tres párrafos. No. No había ido por una papa vieja para escribir. Tampoco había buscado en internet cómo se veía una.
Cuentos
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Recuerdo de la casita
Espero que ella despierte y pueda llevarme al jardín para poder estirarme. Me cuesta mucho levantarme solo. Mi cadera ya no tiene la fuerza de antes, es mucho menor a mi fuerza de voluntad.
Adivina quién
—Rectifico, la fruta madura nunca me gustó, pero es que cuando pienso en sus labios siempre aparece una fresa jugosa, lejos de la tersitud característica de eso que para mí es manjar para el paladar. Creo que solo me gusta esa fresa madura, definitivamente, solo esa...
La pérdida
Este cuento fue escrito en el taller de"Creatividad y escritura" impartido por la narradora y tallerista de Espacio 2 puntos, Samia Badillo. Un certero golpe me elevó en el aire que atravesé en una parábola perfecta. Caí suavemente del otro lado del pastizal. No pude...
Invasión Alienígena
«Salida del vuelo AT 2332 con destino a Buenos Aires. Embarquen por la puerta D 33». Y la fila empezó a formarse a mis espaldas; una azafata con facciones bien marcadas y un perfecto moño puntuando su figura de signo de interrogación inicial, pues su panza daba cuenta...